POV, la galardonada serie documental de PBS, presenta La edad del agua (The Age of Water), el revelador largometraje debut de los hermanos Isabel Alcántara Atalaya y Alfredo Alcántara, productor y director de fotografía ganador de un Emmy®. Producido por los aclamados cineastas nominados al Emmy® Michèle Stephenson y Joe Brewster (American Promise, Going to Mars: The Nikki Giovanni Project, The Changing Same), junto con Lindsay Perna, y coproducido y copresentado por Latino Public Broadcasting (LPB), el documental investiga las devastadoras consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial en la región central de México. Lo que le sigue es una historia de resiliencia, convicción y de las mentiras que nos contamos sobre el agotamiento de los recursos naturales del planeta.
Tras su aclamado estreno mundial en el Festival de Cine de Morelia, La edad del agua se estrenará a nivel nacional en POV el lunes, 8 de septiembre de 2025 a las 10pm (consulte la programación local) y se transmitirá en PBS.org, la App PBS y el canal de YouTube de PBS hasta el 7 de diciembre de 2025. Ahora en su temporada número 38, POV es la serie de no ficción más longeva en Estados Unidos.
Situada en La Cantera, una remota localidad de Guanajuato que se ha visto profundamente vinculada a la economía mundial desde la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a mediados de la década de los noventa, La edad del agua sigue a dos madres, Nely Baeza y Elia Zarazua, cuyas vidas se ven trastornadas cuando tres niños mueren de una forma agresiva de leucemia en un solo año. En respuesta, pasan de ser ciudadanas de a pie a convertirse en activistas resueltas, formando el grupo civil MAYOYE —que toma su nombre de las iniciales de sus hijos fallecidos— y comienzan a investigar el origen de la epidemia.
Con el apoyo del Dr. Adrián Ortega, un hidrogeólogo de la Ciudad de México, aprenden a analizar los pozos locales y descubren una verdad impactante: contaminación radiactiva en el agua subterránea, con niveles cuatro veces superiores a lo normal, relacionada con antiguos acuíferos drenados por granjas industriales que cultivan productos que requieren mucha agua, como las fresas, el brócoli y los espárragos, para exportarlos a Estados Unidos. Debido a la escasez de agua de lluvia en la región, la fuerte dependencia de la granja del agua subterránea supone un riesgo para la salud a largo plazo de los residentes.
A medida que las madres de MAYOYE se organizan, se enfrentan a las autoridades, organizan manifestaciones y denuncian el racismo medioambiental, se enfrentan a una feroz reacción, a divisiones en la comunidad y a la negación del gobierno, lo que refleja un patrón más amplio de represión contra los defensores del medio ambiente en toda América Latina.
La relación de varios años que los directores Isabel Alcántara Atalaya y Alfredo Alcántara mantienen con los participantes de la película permite una mirada íntima a las dificultades que enfrenta la organización comunitaria hiperlocal ante la negación del gobierno y las empresas. Además de ganarse la confianza de los organizadores comunitarios, los cineastas obtienen un acceso sorprendente a la oficina de Humberto Navarro, el funcionario gubernamental que, con su sombrero de vaquero, niega las denuncias de contaminación. A pesar de su abierta condescendencia hacia los protagonistas de la película, su participación en múltiples entrevistas revela su trayectoria como comisionado de aguas de la región. El resultado es un retrato convincente de la injusticia medioambiental y del valor que se necesita para enfrentarse a ella.
La historia de La Cantera trasciende las fronteras de México. La edad del aguaestablece paralelismos con la disminución de los niveles freáticos en el Valle Central de California, el sur de Arizona y el Medio Oeste estadounidense. Las prácticas corporativas sin control y los acuerdos comerciales globales han empujado a comunidades de todo el mundo a la urgencia de luchar por agua limpia y segura.
"Mi hermana Isabel y yo crecimos en México, a pocos kilómetros de La Cantera, que es el escenario de la historia. Desde que éramos niñas, hemos visto cómo la industria ha destruido gran parte del entorno natural que rodea nuestro hogar", afirma el codirector Alfredo Alcántara. "Cuando conocimos al grupo de mujeres que aparecen en la película, nos sentimos inmediatamente inspirados por su búsqueda de respuestas y sentimos la responsabilidad de compartir su historia. Esperamos que esta película sirva para concienciar a otras comunidades de la necesidad de proteger sus recursos naturales antes de que sea demasiado tarde".
"Que nuestra película se emita en POV es una sensación increíble. Crecimos viendo la televisión pública y ahora formamos parte de una comunidad de documentales realmente impactantes. Nos sentimos muy honrados de formar parte de ella. La televisión pública es uno de esos recursos que fácilmente se dan por sentado. Pero cuando nos detenemos a pensar en ello, vemos que afecta a todos los aspectos de nuestras vidas. Ya sea para aprender algo nuevo o para relajarnos al final de un día estresante, siempre está ahí cuando la necesitamos. Esperamos que las generaciones futuras puedan seguir accediendo a este recurso tan valioso".
"La película de los hermanos Alfredo Alcántara e Isabel Alcántara Atalaya, La edad del agua, arroja luz sobre la relación de una comunidad con nuestro recurso más esencial", afirma Chris White, productor ejecutivo de POV. "Nos recuerda que el acceso al agua potable no solo es vital, sino también una medida de equidad, resiliencia y supervivencia. Los medios de comunicación públicos se enorgullecen de presentar una película que descubre con valentía la injusticia en torno al acceso a los recursos limpios y exige una gestión medioambiental más activa por parte de quienes ostentan el poder".
"Estamos muy contentos de colaborar con POV en este importante y conmovedor documental", afirma Sandie Viquez Pedlow, directora ejecutiva de Latino Public Broadcasting. "Son películas como esta, que nos llevan a lugares en los que nunca hemos estado y nos cuentan historias extraordinarias que de otro modo nunca conoceríamos, las que nos recuerdan el extraordinario valor de los medios de comunicación públicos de nuestro país".