Maite Alberdi habla sobre la producción de su documental LA MEMORIA INFINITA, galardonado en Sundance

Director Maite Alberdi. Photo by Gari Garaialde

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Por Samuel Brodsky

La directora chilena nominada al Premio de la Academia Maite Alberdi (El agente topo) estuvo recientemente en la ciudad de Nueva York para el estreno en cines de Estados Unidos de su quinto largometraje documental La memoria infinita, el cual tuvo su estreno mundial en enero pasado en el Festival de Cine de Sundance y donde ganó el Gran Premio del Jurado en la categoría de documental internacional.

La memoria infinita narra la historia de amor de Paulina y Augusto. Ella es una actriz que se ha desempeñado como Ministra de Cultura de Chile, y él es periodista y uno de los más destacados comentaristas culturales y presentadores de televisión del país. Han estado juntos durante 25 años, pero hace ocho años a Augusto le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer y Paulina se convirtió en su cuidadora. TropicalFRONT tuvo la oportunidad de conversar con Alberdi sobre el proceso de realización de su nueva película y los desafíos de realizar el documental durante la pandemia.

¿Cómo ha sido la experiencia de estrenar la película en los Estados Unidos?

Ha sido bien increíble... darse cuenta como una película universal, que funciona en todas partes, y para un cineasta Latino por supuesto que es un gran paso poder mostrarla en salas en Estados Unidos. No es habitual. En Chile se estrena en salas el 24 de agosto. Y también con muchas salas por todo Chile, una descripción grande, y entonces estamos muy expectantes de cómo se estrena.

Still from The Eternal Memory

¿Cómo se conocieron, tú y Paulina y Augusto? Y de donde vino la idea de hacer una película sobre ellos dos? 

Surgió porque yo los ví en un contexto laboral, y me sorprendió mucho como interactuaban entre ellos. Paulina me invitó a hacer una clase en la universidad donde ella trabajaba, y ahí estaba con Augusto sentada en la clase. Y ella lo dejaba hacer preguntas, y estaba recién diagnosticado con [Alzheimer] y me di cuenta que todo su entorno laboral lo integraba, y que ella era una cuidadora que lo estaba cuidando sola, y que habían seguido a tomar a Augusto a su vida, y quedé muy impactada, de cómo se veían como pareja, y como se habían enamorado, y que ella no se había aislado para cuidar. Y partí de ahí y desde ahí, como los traté de convencer de hacer una historia de amor, y Paulina siempre me decía, no creo que sea una historia de amor. Y ella convenció a Augusto; Augusto desde el primer día estuvo muy decidido que quería hacerlo. 

Me interesa que Paulina y Augusto los dos tienen un antecedente—un background—en el teatro y la televisión. O sea, en la actuación. Y Augusto actuó en películas de Raúl Ruiz. ¿Cómo fue la experiencia de mostrarlos a ellos dos de manera tan honesta? 

Claro, ellos dos han estado toda la vida en frente de las cámaras. Y tienen una relación de distintos lugares con ella, pero hacer un documental también, para la Paulina, no era lo mismo, porque es una cámara de la intimidad, pero... están acostumbrados, y también se siente mucho en la película cómo ella rápidamente se olvida de la cámara, yo creo que se nota en la grabaciones que hace ella, y él, en cambio, movía el cuerpo como conductor de televisión mientras estábamos filmando, es como una consciencia física, de la cámara, que se nota, entonces es interesante, como la normalidad de esa presencia, no teníamos que explicarles constantemente lo que estábamos haciendo, osea cuando nos pusimos de acuerdo, a grande rasgo de lo que queríamos, fue fluir con esa presencia.

Sobre esos momentos más íntimos: me gusta que la cámara está un poco fuera de foco, y como si estuviera un poco escondida. Fue un accidente o una decisión artística?

No fue una decisión, no! Fue Paulina quien manejaba la cámara, jaja, pero de algún modo, fue esa falta de experiencia con la cámara que nos ayudó, porque hay algo en ese borrón, que tiene que ver con la ausencia de memoria, y tiene que ver con algo que está pasando que no uno no entiende muy bien, y también en una situación que uno no quiere ver completa, o que es cual literalmente difícil de ver... es interesante lo que casualmente pasa, no fue una búsqueda intencional, tratamos de lo que Paulina lo pudiera hacer mejor por no le funcionó jaja… pero es importante para mí como cineasta que uno pensaría que ese material por su calidad es un material descartable, pero al final se prioriza la vida, la verdad y el sentimiento que tienen la imagenes... para mi también fue una lección, como cineasta, de qué es más importante, frente a la cámara. 

Still from The Eternal Memory

Claro. Y me imagino que tuviste que abandonar un poco el control, con un tema como este. 

Cien por ciento. Abandonar el control, con la implicancias, de lo que es el control visual, y el control de contenido. Hice mucha expectativa también, estábamos las dos viendo que pasaba, registrando, como que es lo bueno de la película. Como la película es independiente, no teníamos un fondo, teníamos la libertad para perdernos, podíamos jugar…  entonces creo que esa libertad se nota, porque también, yo creo que si entregamos este material a una productora que nos daba menos libertad, o a un fondo... nos dirían que ese material no estaría apto! Entonces no permitió generar este contenido, como sin saber si lo íbamos usar o no, o si nos iba a resultar, para la película. Y finalmente la pandemia se alargó tanto en Chile, y el confinamiento fue tan largo en Chile, que fue nuestra única forma de registro por mucho tiempo, ellos dos solos. Pero creo que le hace bien a la película en el final. 

Si, totalmente. Te quería preguntar sobre los pajaritos. ¡Me encantan!

¡Si! A mi también. Los fui encontrando, y creo que a mi me pasó que me acerqué a ellos porque era una música constante de ese lugar. Como que era una casa donde había compañía, y una compañía sonora que eran estos canarios, en el completo silencio. Y siempre estaban cantando, siempre estaban presentes, siempre se estaban acompañando...  igualito a ellos dos! Que siempre, también se estaban cantando, estaban comentando, y se estaban acompañando, entonces creo que hay un paralelo entre ellos y los canarios, pero ante todo tiene que ver con la compañía, osea todos los animales están acompañándolos. Está Julieta, la gata, también, que está siempre presente. Y es bien increíble: Julieta, la gata, murió dos horas después de que se murió Augusto. 

Wow. ¿Tienes algún consejo para los cineastas de documentales de hoy? 

El principal consejo es tener paciencia. No apurar. Yo creo que son los apuros y la falta de paciencia que imposibilitan el documental. Los procesos, las cercanías a los personajes. Uno se demora a entender la película que uno está haciendo, y en construirla visualmente hay que subordinarse a los personajes. Y eso requiere tiempo.